¿Sabes lo que significa reinventarse? Es dejar atrás lo que ya no te llena, lo que ya no te hace feliz, lo que ya no te hace crecer. Es atreverse a empezar de nuevo, a explorar nuevos caminos, a descubrir nuevas facetas de ti mismo. Así soy yo, una mujer valiente, que ha sabido reinventarse una y otra vez. Hace unos años, mi vida era muy diferente a la que tengo ahora.
Me dedicaba a la pastelería, un arte que me apasionaba y que me permitió crear un negocio innovador en Canarias: “Desayunos, Lima & Limón, Tenerife”. Se trataba de un servicio de desayunos a domicilio, personalizados y exclusivos, para sorprender en ocasiones especiales. Mis desayunos eran una delicia para los sentidos, y así me lo hacían saber mis clientes, que me llenaban de gratitud y elogios. Pero después de tres años de trabajo duro e intenso, los 365 días del año, mi salud y mi ánimo empezaron a resentirse. Llegó el momento en el que el miedo se apoderó de mí y decidí cambiar de rumbo.
Como dijo Steve Jobs: “Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Y si la respuesta era no durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo”. Y así lo hice.
Cambió todo en mi vida. Cambió mi profesión, mi lugar de residencia, mi rol familiar. Me convertí en madre, lejos de mi tierra y de mis seres queridos, pero cerca de mi pareja y de mis hijos. Ser madre me ha transformado por dentro y por fuera, me ha curado el dolor de la distancia, me ha hecho enfrentarme al miedo con más fuerza. “Nos hacemos valientes de golpe”.